1/17/2011

Adoptar una perspectiva superior

En ocasiones se nos han presentado en la vida circunstancias injustas y sentimos que no lo merecemos, por ejemplo: un accidente de tránsito, una pérdida económica importante, la pérdida de un ser querido, el abandono de la pareja, entre otros.
Por lo general nuestra reacción suele ser de: frustración, dolor, impotencia y, ocupamos inmediatamente el lugar de victimas, es decir, solemos preguntarnos ¿por qué a mí?, ¿qué hice yo para merecer esto?, ¿qué jugarreta del destino tan desagradable e injusta?, ¿cómo es posible que Dios permita esto?, ¿porqué, porqué, porqué?...
Entonces... se presentan una gama de opciones: puedo elegir vivir desde la herida, el enojo, el odio y quedarme en un rincón oscuro, o dirigirme a un lugar luminoso. La elección es nuestra.
Les invito a elegir un sendero superior y la atención es la clave. En dónde se encuentre su atención, allí estará su energía, fluyendo o prisionera de su mente y emociones.
Ante este escenario, podemos transitar por la vida dejando que los mares agitados nos lleven por donde quieran, o podemos aprender a maniobrar en medio de inesperadas tormentas, y navegar hasta llegar a salvo a nuestro destino. Podemos permitir que el viento nos zarandee de un lado a otro, o podemos aprender a sacar provecho de él. Es cuestión de tener iniciativa y seguir la dirección interna, que no es otra cosa que su transformación espiritual.
Por lo que le sugiero que se pregunte si realmente usted ¿está dispuesto a explorar, a examinar sus reacciones y acontecimientos, a escuchar el mensaje que yace escondido en los pliegues de todo reto?
Este tipo de exploración puede ayudarnos a seguir el rastro de una perspectiva más elevada, más allá de los actores y acciones, podemos identificar lo que se debe resolver en esta vida, es decir, lo que debemos aprender para continuar el viaje de auto transformación.
Cuando nos sentimos heridos podemos pedir a Dios que nos permita comprender por qué nos sentimos tan desdichados e impotentes; es desde ese lugar donde recibimos la lección de nuestras vidas.
Entonces, nuestros pensamientos y conocimientos pueden ser utilizados para ayudarnos a nosotros mismos, pero también, para ayudar a otros y elevarlos. Nuestros pensamientos son tan poderosos que nos permiten hacer milagros y cambiar realidades, pero para ello, debemos salir del lugar de victimas para ocupar el lugar de la responsabilidad en cada pensamiento, en cada acción y reacción, recordando siempre que nada sucede por casualidad, todo obedece a un fin superior que no es otro que ayudarnos a evolucionar, crecer y ser cada día más luminosos como seres humanos.
Si bien todos tenemos derecho a ser felices, también es cierto que los retos y desafíos de cada uno de nosotros no son los mismos y definitivamente mientras más rápido usted descubra cuál es su misión, su plan de vida o karma, le facilitará fluir por la vida asumiendo los retos y desafíos con mayor consciencia y menos quejas, con mayor responsabilidad y no colocando la causa fuera y comprendiendo que lo que usted vive son las experiencias necesarias para elevar su alma. Le deseo que todo fluya en su vida y mucha luz en su camino.
Y no te olvides.....???
Juntos haremos un mundo mejor.
Morella


Namaste