2/03/2011

Almas Gemelas, Encuentro???

¿Ha sentido alguna vez una impresión irracional de familiaridad al cruzarse con alguien desconocido? ¿Le ha parecido que el tiempo se detenía ante la visión de esa persona extraña y, sin embargo inexplicablemente conocida para usted? ¿Se ha preguntado dónde la ha visto antes? La razón no alcanza a comprender pero su alma sí entiende. Telepatía, gozo, profundo sentimiento de fusión y conexión, atracción intensa... Esas son algunas de las emociones que dicen haber vivido aquellos que han tenido esta experiencia.

Existe mucha polémica acerca de qué significa la expresión "almas gemelas". La creencia más popular es la idea de "la media naranja", una vulgarización del mito platónico de los andróginos. Según este filósofo griego, los seres primordiales eran hermafroditas. Para debilitar su enorme potencial los dioses los dividieron en dos entidades, originando así los sexos separados. Desde esta perspectiva, el impulso erótico proviene de la nostalgia de esa otra parte escindida de uno mismo. El amor podría definirse como la fuerza de atracción que impulsa a buscarse y fundirse en un único ser a esas dos almas que formaron una unidad primigenia.

Paulo Coelho sustenta esta idea cuando en su novela Brida (Planeta 1990), hace decir a uno de sus protagonistas "A pesar de esto, sabía que estaba delante de su Otra Parte". Elena R., terapeuta define dicha experiencia en idénticos términos: "cuando la encuentras es como mirarte en un espejo; te ves a ti mismo, pero en otra energía, otra polaridad. La reconoces inmediatamente, porque las miradas van al fondo del alma. Laura Hesperid, autora de Descubre tu alma gemela (Ed. Robin Book, 2001), también cree que "cada alma tiene su reflejo en otra".

El Dr. Brian Weiss, a quien entrevisté en su hotel de Madrid, opina que la idea de un alma gemela única del sexo opuesto es un mito, pues una persona va encontrando a lo largo de su existencia muchas, desempeñando éstas distintos papeles. Weiss nos asegura que "estamos conectados energéticamente a todas las almas, pero a algunas con unos lazos de amor más fuertes; éstos provienen de existencias anteriores, de las deudas que necesitamos saldar y de los aprendizajes que debemos adquirir".

En esa misma línea de pensamiento se sitúa Fernando Sánchez Dragó, aclarándonos que "sin la reencarnación y el concepto de karma la idea de las almas gemelas no tiene ningún sentido para mí". Sobre la teoría de los andróginos, Dragó nos explica que "a pesar de que yo siempre soy muy platónico en todos mis planteamientos, pienso que este mito no es una explicación acerca de las almas gemelas, sino más bien una metáfora de la pareja alquímica. Las almas gemelas -añade- son espíritus afines que supuestamente se reencarnan juntos vida tras vida para resolver un karma.

La terapeuta Mariat Bernabé, directora del Instituto de Formación en Terapia Regresiva, prefiere hablar de "compañeros de viaje" en ese gran recorrido que es la vida. Para ella, la idea de la pareja ideal o media naranja tan sólo es "la expresión de una anhelo humano de contener una totalidad que no halla en su interior".

Causas del reencuentro

Polémicas aparte, en lo que sí coinciden casi todos los estudiosos de este tema es en las causas del reencuentro.

"El encuentro con el alma gemela no es exactamente una historia de amor -escribe Laura Hesperid-; es la historia de un crecimiento personal y espiritual, ya que las relaciones no las tenemos simplemente para ser felices, sino que las vivimos para evolucionar". Y es que las relaciones son la gran escuela para el progreso del alma. Brian Weiss asegura que "son un laboratorio viviente, una prueba sobre el terreno para determinar si hemos aprendido nuestras lecciones, para descubrir hasta que punto nos acercamos hasta nuestro plan vital determinado". Por eso mismo, muchos sostienen que nos reencarnamos una y otra vez con las mismas almas, para representar distintos papeles y aprender todo lo que necesitamos acerca de la energía más poderosa del universo, el amor.

Desencuentros

Siempre que se habla de almas gemelas nos imaginamos idílicas historias de amor, llenas de felicidad. Sin embargo, éstas también pueden aparecer en otras supuestas vidas como enemigos o personas que se hacen daño entre sí. También puede ocurrir que un alma reconozca a su gemela, pero la otra no, y así, el reencuentro no pueda prosperar en una relación armónica. Este tema está hermosamente desarrollado en Padmani, el amor mágico, una novela de Ramiro Calle en la cual se narra la historia de un hombre que renuncia a su propia liberación espiritual para buscar vida tras vida, reencarnación tras reencarnación, a la mujer amada. Cuando la encuentra, ésta pertenece a otro hombre y carece de evolución espiritual suficiente para reconocerle. Ramiro Calle afirma que cuando dos almas gemelas forman pareja, el resultado puede ser una verdadera alquimia. La unión se convierte en la fusión mágica del yin y el yang, y la sexualidad en algo sagrado, cósmico: "la llave para abrir dimensiones clausuradas al amante ordinario. El cuerpo se convierte en el templo de Dios".

Estamos ante una unión en la cual lo único importante es el amor. Para que pueda darse tiene que existir un alto grado de evolución mental y espiritual. Javier Dorfil opina que esta unión "es la transformación de las tienieblas en luz. Pero para que ésto ocurra, ambos componentes han de haber atravesado los avismos de la oscuridad que hay dentro de cada uno de ellos. Eso sí, por ser alquimia pura, son inseparables".

Aunque la experiencia de unirse a un alma gemela se pinta como algo mágico y maravilloso, también estas relaciones han de pasar por miles de obstáculos, precisamente por tratarse de experiencias transformadoras. La psicoterapeuta Mari Carmen Losantos García afirma que "las dificultades que han de afrontar estas parejas se deben precisamente a esa atracción tan fuerte, a esa sensación de bienestar cuando están juntos, que muchas veces les impulsa a forzar la situación, proyectando sus fantasías, y acabando a veces con la historia de amor".

Laura Hesperid añade que existe un mito sobre esta unión, pues la vemos como el broche final de los cuentos de hadas: "se casaron y fueron felices para siempre", pero no ocurre necesariamente así. "El alma gemela viene a arrancarnos la máscara -asegura-, y tanto si se queda a nuestro lado como si desaparece, hará que nos quedemos con nuestra verdad desnuda para recorrer un camino hacia nosotros mismos".

Las señales del universo

Cuando dos almas gemelas han de reencontrarse, el Cosmos se confabula para posibilitarlo. Todos aquellos que han vivido esta experiencia hablan de las señales del universo. A ellas se refería Brian Weiss, con la bondad y el amor que emanan de su persona, "encontrar a tu alma gemela es un regalo del destino y, por ello, el universo se encarga de que no pase desapercibido, de que la conexión se produzca; después será la decisión de ambos, el libre albedrío, lo que decida aceptar ese regalo o no".

El reencuentro con el alma gemela lo decide el destino, lo pacta el universo. El escritor argentino Enrique Barrios comentó que "si se quiere obtener un diploma, el único camino eficiente es el de estudiar las materias que corresponden. No debería pensarse en conseguirlo por otros medios para adelantar el proceso. Cuando hablamos de almas gemelas nos referimos a un gran amor, por lo que hemos de hacernos más doctos en la materia Amor, que todos estudiamos en la escuela de la vida". Por eso receta a todos aquellos que estén buscando a su alma gemela y no la hayan encontrado, o a quienes la han hallado, pero sienten que aún no es el momento: "sé mejor, menos agresivo, más veraz, menos despreciativo, menos indiferente ante el dolor ajeno, más solidario, más comprensivo, menos superficial, más coherente y consecuente. Ama por encima de todo".

A pesar de que es el universo el que decide cuándo debe tener lugar el encuentro, hay quienes afirman que este puede programarse, pues toda la información está inconscientemente en nuestro interior. Según Javier Dorfil, "sólo hace falta que aflore al plano consciente y ello puede hacerse a través de la meditación, visualización e invocación".

Sea un mito platónico, un sueño romántico, una metáfora o un principio reencarnacionista, el fenómeno de las almas gemelas supone, a fin de cuentas, un reencuentro mágico, durante el cual cada uno accede a una dimensión divina, experimentando una transformación profunda y maravillosa. Quizás ésta sea la causa de que haya tantas opiniones al respecto y, sobre todo, de que encontrar nuestra alma gemela sea el anhelo más profundo de la mayoría de los seres humanos.

Fuente: De un largo camino a casa.

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Morella



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